Este varietal se convirtió en el sello de calidad de los vinos tintos argentinos y de nuestra provincia. Hoy la industria vitivinícola lo celebra.
El 17 de abril de 1853, el presidente Domingo Faustino Sarmiento solicitó al agrónomo Michel Aimé Pouget que recolectara distintos varietales de su país, Francia, y experimentara en el suelo argentino. A través de los años y del desarrollo de la industria vitivinícola, esta variedad de uva se consolidó en las preferencias de vinos tintos de nuestra provincia y del país. Abrió camino en ferias internacionales y obtuvo numerosos premios. Aunque hoy son varios los varietales que tienen ese sello de calidad, es válido reconocer lo obtenido gracias al Malbec.